En la actualidad la población Floreana se identifica como perteneciente a la nacionalidad Kichwa, conformada por diversos grupos étnicos, de las zonas alta, media y baja de la circunscripción parroquial; cada grupo étnico se distingue por su indumentaria. Relaciones inter-étnicas.

Tradiciones de Flores

Warmitukushka.

Es un personaje trascendental durante la celebración del Pawkar Raymi y carnaval.

El hombre más destacado de la comunidad se viste de mujer y sale a cantar y jugar carnaval con los muchachos solteros, va de casa en casa tocando su tambor.

Es “el que se hace mujer”, tiene la cabellera de cabuya pintada de negro, un sombrero de lana de borrego con cintas de colores, anaco, bayeta, washkas (collares), gafas y zapatillas de lona o alpargatas.

Cerro Puchi.

El sagrado Cerro Puchi es considerado como un centro de ceremonias y sitio para dejar ofrendas al final de los cultos. La composición étnica de la parroquia, mayoritariamente campesino –  indígena, Kichwa–hablante, que constituye el 99% del total. De esta condición, se derivan características socio–culturales, que configuran para Flores un conjunto comunitario homogéneo en sus comportamientos, tanto en la vida inter comunitaria como en su relación con el mundo exterior.

Los rasgos culturales evidentes como el vestido, la lengua, esconden una riqueza de comportamientos organizativos que cruzando lo productivo, lo social y lo ritual identifican a esta población con componentes propios de la parroquia. Las ventajas e interferencias que estos contenidos culturales ofrecen para relación de los agentes externos con estas comunidades indígenas debe ser considerada más en profundidad, pues los flujos migratorios temporales desde Flores hacia otros lugares del país, probablemente ya están afectando en términos significativos los patrones culturales y étnicos del sector.

Las autoridades y la justicia indígena

La justicia ancestral indígena ha estado presente en las comunidades, desde los tiempos muy antiguos, velando para mantener los valores morales como; no robar (ama shua), no mentir (ama llulla), no ser ocioso (ama quilla) y otros como; orden, disciplina, respeto, solidaridad y justicia.

Antes de la existencia de los cabildos, en la época feudal de las grandes haciendas, existían los alguaciles, quienes ejercían la aplicación de justicia, en las comarcas de influencia de las haciendas.

Actualmente, en la solución de problemas delincuenciales o de conflictos de intereses entre los pobladores como; daños a la propiedad privada, linderos de terrenos, parcelas de cultivos, injurias, o de problemas intrafamiliares como; infidelidad, separaciones, maltrato físico y psicológico, entre otros.  La sociedad de Flores suele acudir ante las instancias de aplicación de justicia, de acuerdo a la gravedad de los casos y de la situación económica de los involucrados, como es la justicia indígena y la justicia ordinaria. 

El procedimiento es de la siguiente manera; una vez cometido la falta o delito, pasa a ser de conocimiento de los familiares más cercanos, quienes a su vez proponen sea de conocimiento y resolución por parte del cabildo de la comunidad, de no hallar comprensión entre las partes, los casos pasan a ser de conocimiento y resolución en asambleas comunales. Pero si se tratan de hechos delictivos muy graves pasan a ser de conocimiento y de resolución en magnas asambleas de toda la población parroquial.