Historia

Los pueblos originarios

Como todo pueblo, ésta jurisdicción tiene una rica historia construida por sus habitantes. Después de la época colonial la mayoría de los indígenas estuvieron ligados a las haciendas en calidad de huasipungueros, arrimados o yanaperos. 

En la época liberal, la parroquia Flores se caracterizó por ser el mayor granero de la provincia, principalmente, por la producción de cereales y tubérculos. Esta gran producción era acaparada por los comerciantes de la vecina parroquia Licto, quiénes llegaban hasta los predios de los agricultores con el propósito de comprar las producciones agrícolas.

En el año 1918, los lugareños lograron la creación de la parroquia Flores, que nació con seis “Caseríos” denominados: Caliata, Santa Rosa, Naubug, Gompuene, Basquitay y Puesetus. En los momentos de la creación hubo abdicación por pertenecer a esta nueva parroquia, de parte de los ayllus hoy Guempuenes, Obrajes y (Nabus Loma) hoy Naubug y Guantul. Otros ayllus siguieron perteneciendo a las jurisdicciones de las parroquias de Licto (Pisitus- Pillishs), Punin (Real Corona) y otros al cantón Guamote.  

Las tierras fueron adquiridas a inicios del siglo XX, a las familias de los hacendados de apellidos Chiriboga, Baldeón y otros, en su mayoría.

Desde entonces la mayoría de las tierras de las zonas media y alta de la parroquia fueron propiedad de las familias que habitaban en las cabeceras parroquiales de Flores y Licto.

Con el pasar del tiempo las propiedades fueron enajenándose, hasta que llegaron a manos de los indígenas. En la actualidad la población Floreana se identifica como perteneciente a la nacionalidad Kichwa, conformada por diversos grupos étnicos, de las zonas alta, media y baja de la circunscripción parroquial; cada grupo étnico se distingue por su indumentaria. 

El sistema de explotación de la hacienda en esta zona fue considerado como uno de los más retardatarios del sector, redujo a los indígenas a la extrema pobreza. El proceso de Reforma Agraria desde 1965 provocó un intenso fraccionamiento de la tierra, incrementó el minifundio, las unidades de producción se redujeron a menos de 2 hectáreas.

La actividad de la Iglesia Católica (décadas de los años 1960, 1970), encabezada por el Sr. Juan Zaes oriundo de San Martin, hoy comunidad de Shungubug Grande y por  el Obispo Leónidas Proaño, se inscribe en un proceso evangelizador ligado al desarrollo comunitario. 

Los adversos criterios de los mestizos  impidió la construcción de la iglesia en el caserío Lanlán, gracias al Sr. Juan Saes, que desde la locución en la Emisora Radio Fónicas Populares de Riobamba (ERPE), generó un espacio de participación y gestión para la conformación de las comunas y  territorios adyacentes e incursiona en la ejecución de obras de carácter social con financiamiento de cooperantes internacionales, ligados a la iglesia católica, Se realizaron instalaciones de agua entubada, alcantarillado, fortalecimiento organizativo, proyectos productivos y otros, para algunos sectores.

Años atrás (1902) había intervenido la Iglesia Evangélica a través de la misionera Anderson, de la Unión Evangélica Mundial. Había llegado al país para trabajar con los indígenas de Chimborazo y se instaló en lo que es hoy  la comunidad de Caliata. En esa ocasión la evangelización estuvo dirigida a la erradicación del maltrato familiar y del consumo del alcohol.

Con estas intervenciones, la población organizada fue disminuyendo ese problema de salud pública que es el consumo del alcohol, cuyas repercusiones fueron nefastas para la población indígena que vivía en un círculo vicioso de explotación y maltrato por parte de los mestizos.

Poco a poco fueron conformándose las comunas y territorios, por intervención del    Ministerio de Agricultura y Ganadería.

Con todos estos antecedentes de lucha por la tenencia de la tierra, la influencia de la evangelización y la persistencia de conflictos sociales, han convertido a la parroquia en una de las más pobres del Ecuador, a pesar del gran espíritu de trabajo y superación de sus pobladores, cuya única posibilidad de progreso es la migración a las áreas urbanas, sean éstas cantonales, provinciales o nacionales.

Acta de creación de la parroquia 

El 18 de diciembre de 1918, el Concejo Cantonal de Riobamba, eleva la ordenanza municipal de creación de la nueva parroquia, la misma que señala; 

Art.  Erígese en el caserío Lanzan una nueva parroquia con la denominación de “FLORES”

Art.  Los linderos de esta parroquia serán los siguientes: 

Al Norte: El camino que se dirige a Colta hasta su empalme con la quebrada Bamaute; sigue el curso de la quebrada pasando por los cerros de San Martín y “Puñinquil” hasta su desembocadura en la quebrada “Colorada”, Por el este, continuando por ella hasta el punto denominado “Chalan”, sigue por el camino que allí inicia cubriendo su trayectoria por los Anejos “Quincahuan”, “Real Corona”, “Sulsul”, “Pompeya”, “Lucero Loma”, hasta la unión de dicho camino con el río Guamote.

Al Sur: por el río Guamote en “Rumihuaico” por donde continúa hasta la quebrada de “Tinin Salamanca” siguiendo su curso por las parroquias de Guamote y Cebadas.

Al Oeste: El camino que pasa por territorio perteneciente a Guamote se dirige a los Ceceles por Puesetús.- El  nombre que lleva esta parroquia:   existe varias versiones  desde 1986 con la creación de la UCIF (Unión de Comunidades Indígenas de Flores) 

En homenaje al primer Presidente de la República General Juan José Flores.  Observando, que en el caserío LANLAN hubo muchas flores de NACHAKS, KINDI CHUPANA y FLOR AMARILLA, que hasta hoy en día se caracteriza en la mayoría de las comunidades y centro parroquial. Según las cosmovisiones indígenas se complementa la diversidad de indumentaria y dialectos conjugando los cerros y diferentes pisos ecológicos que diversifican las FLORES NATIVAS. En los años 70 en zona media cumplían ritos festivos de SISAY PACHA: (tiempo y/o espacio de florecimiento) que ha venido tomando fuerza a partir del año 2000.    

En homenaje al primer fundador de la parroquia Sr. José Flores oriundo mestizo y hacendado de esa época, quien dono un parte de la tierra para la creación de la parroquia.